Recuerdo como trabajó con esa hélice quebrada, de un avión caído en la cordillera de los Andes. Ahuecando, puliendo y lustrando.
Con su oído, que lo guiaba permanente, hasta obtener el peso adecuado y el lustre indicado para su sonoridad, las cerdas para el arco, el modelo del arco y hasta el estuche se lo fabrico él, después de una Audición, en que Interpretamos "Idilio de Luciernágas" y Czardas de Monti con mucho éxito, me dijo quiero una voz mas aguda no de Chello sino de Violín.
"Nuevamente Comenzó a pulir" pasaron varios meses hasta encontrar el peso justo del instrumento, lo mas difícil encontrar la sonoridad justa ,que mi padre tenia en mente, cuando la encontró, lustro nuevamente el ahora "Violín", en una Audición de Fin de Año, tuvo su reestreno, interpretando ahora con mi madre cantado obras de Schubert entre ellas Ave María, estuvo la radio y televisión, el éxito lo siguió hasta que llego a oídos de un violinista del Teatro Colón, después de un tire y afloje, dejó que lo llevaran a su bebe para que otros lo disfrutaran también.
domingo, 30 de junio de 2019
martes, 18 de junio de 2019
De mis pagos una parte dedicada a mi Padre
Pedro Santiago GODOY de sobrenombre el zapallito , puesto por los vecinos del Callejón Barrionuevo.
En las vacaciones se pasaba los días construyendo aviones a cuerda, en la Chacra de la abuela Felipa Barrionuevo.
Los aviones que sobrevolaban El Plumerillo lo hacián soñar con estar junto a las nubes volando, corría el año 1930 y se hizo real cuando volaba
en el club Albatros en el año 1955.
En las vacaciones se pasaba los días construyendo aviones a cuerda, en la Chacra de la abuela Felipa Barrionuevo.
Los aviones que sobrevolaban El Plumerillo lo hacián soñar con estar junto a las nubes volando, corría el año 1930 y se hizo real cuando volaba
en el club Albatros en el año 1955.
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