Imagino tener una pequeña orquesta dormida bajo la escarcha matinal.
El Sol del nuevo día comienza a despertar a los grillos violineros con estridente Stacatto.
Allá se oye el timbal parejo, de los tucu tucu haciendo vibrar la tierra...
y en un coro pasan volando las cotorritas tratando de armonizar, pero la calandria se
impone y hace un solo.
Que el benteveo escucho y ahí nomas le contesto con un poderoso gorjeo,
de emoción la paloma no podía dejar de llorar y despertó a la cigarra que con su chelo sigue
la variación.
Por si fuera poco esta orquesta le hacen de fondo los sapos mas allá en la laguna las ranas
se acoplan con su delicado croar, mientras que los horneros trabajan cantando ...
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